Texto: Jn 1, 1-18
AMBIENTACIÓN
Al comenzar a leer el evangelio de Juan nos encontramos con un antiguo himno cristiano en el que resuenan algunos de los temas que después veremos desarrollados a lo largo de la narración evangélica.
Prepara un lugar para tu oración con algún crucifijo, imagen o solo una vela, ten a mano una bitácora, un destacador, un lápiz y la Biblia en el texto a leer.
Te invitamos a que puedas respirar profundamente y hacerte consciente de la presencia de Dios, realiza un ejercicio de respiración, descansa en este momento de oración y realiza esta pausa. Para comenzar puedas realizar la señal de la Cruz o recitar una antífona al Espíritu Santo.
MIRAMOS NUESTRA VIDA
Los seres humanos no podemos vivir aislados. Necesitamos relacionarnos y comunicarnos. Por eso, la palabra es uno de los dones más preciados que poseemos. Gracias a ella expresamos lo que somos, lo que sentimos, lo que esperamos, lo que creemos... Gracias a ella podemos salir al encuentro de los otros y establecer con ellos vínculos de colaboración y de amistad. Pero comunicarse no siempre es fácil. Todos sabemos que, a veces, encontramos muchas dificultades para entablar un diálogo sincero y profundo con los demás. Por eso, vamos a comenzar nuestra reflexión con estas preguntas:
- ¿Podríamos contar a los demás alguna experiencia positiva de comunicación que hayamos tenido?
- ¿Qué sentimos cuando no podemos comunicar lo que vivimos?
LECTURA DEL TEXTO
Realizamos la lectura pausada y atentamente, disfruta lo que te va haciendo eco al pasar palabra por palabra, destaca las cuales llaman tu atención y ruméala.
EN RELACIÓN AL TEXTO
El evangelio de Juan comienza con una proclamación sorprendente: Dios también quiere comunicarse con nosotros, y ya desde antes de la creación del mundo ha buscado la manera de entablar un diálogo con los seres humanos.
Respondemos estas preguntas:
- ¿Qué relación hay entre Dios y la Palabra según este himno?
- ¿Qué relación existe entre la Palabra y la creación?
- ¿Qué puede ofrecer la Palabra a los hombres? ¿Qué hace para comunicarse con ellos?
- ¿Cómo acogen los hombres esa comunicación?
- ¿Qué nos enseña este himno sobre Dios Padre?
VOLVEMOS SOBRE NUESTRA VIDA
La Palabra De Dios no enmudece nunca. La historia de la comunicación entre Dios y los hombres tiene aún muchos capítulos por escribir. Él quiere seguir dialogando con nosotros. Nos habla de muchas maneras. Pero ante esa Palabra nuestra postura puede ser diversa. Podemos acogerla, pero también podemos rechazarla. Por eso debemos preguntarnos:
- ¿De qué maneras sigue comunicándose Dios con nosotros hoy?
- ¿En qué realidades humanas (lugares, situaciones, personas, etc.) nos resulta más fácil o más difícil escucharle?
- ¿Cuándo acogemos su palabra?
- ¿Cuándo la rechazamos?
Para concluir la oración da gracias por el momento otorgado, escribe lo que sentiste en la oración y lo que te quedó resonando en tú bitácora. Luego concluye con una oración al Señor o a la Virgen María.